Las personas con discapacidad deben enfrentarse en su día a día a innumerables trabas. Las enfermedades físicas, sensoriales, mentales o intelectuales son cada vez más visibles en nuestro entorno. Uno de los problemas que más afecta a estas personas es la cobertura médica.
Debido a sus necesidades especiales deben contar con especialistas, centros de salud y hospitales adaptados, así como una buena calidad y rapidez en el momento que lo precisen. Sin embargo, la sanidad española no cuenta con la velocidad requerida en determinados casos de urgencia.
Para ello, los discapacitados se ven obligados a asistir a centros privados. Pero los obstáculos son especialmente complicados en este ámbito. Las aseguradoras excluyen a potenciales clientes por enfermedades prevalentes, es decir, aquellas que ya existen en el momento de contratar un seguro. Por si no fuera suficiente, estos carecen de financiación suficiente y de medios, algo que los sitúa cerca del umbral de pobreza.
¿Cómo obtener asistencia sanitaria de calidad?
Desde hace escasos años, determinadas entidades han decidido comprometerse con los valores de igualdad que dicta la sociedad. Con el objetivo de ofrecer protección médica en cualquier especialidad han creado seguros de salud especialmente destinados a personas con discapacidad, estableciendo colaboraciones con hospitales e instituciones accesibles que han eliminado cualquier barrera física.
Servicios privados
La compañía Sanitas ha sido una de las pioneras en este ámbito. Mediante su plan “Sanitas Accesible”, ofrece coberturas a personas con síndrome de Down o con lesión medular. Con el paso del tiempo, otros grupos han seguido su ejemplo.
Los seguros médicos para personas dependientes incluyen los siguientes servicios:
- Medicina primaria: general, pediatría, enfermería…
- Urgencias.
- Medicina y profesionales especializados: psiquiatría, psicología, cardiología, traumatología, etc.
- Hospitalización, en caso de ser necesario.
- Pruebas: análisis clínicos, resonancias magnéticas, radiografías, ecografías…
- Métodos terapéuticos: rehabilitación, radioterapia, quimioterapia, etc.
- Intervenciones quirúrgicas.
- Algunos ofrecen a mayores otras coberturas, como medicina preventiva, técnicas de psicomotricidad o logopedas.
Como complemento a los seguros de este tipo pueden contratarse pólizas o seguros de dependencias, que incluirían, entre otros, la adecuación de la vivienda a las necesidades del paciente o la presencia de un personal de asistencia.
Aunque ya se han dado los primeros pasos, aún queda un largo camino que recorrer, empezando por la formación de las entidades en materia de discapacidad.