En el mercado hay tantas opciones de seguros de coche que cada vez tenemos que comparar con mayor detalle las condiciones que establecen las aseguradoras hasta dar con la opción que mejor se adapta a lo que necesitamos y podemos pagar.
Cada compañía de seguros adapta su oferta tomando en consideración una serie de factores, entre los que se incluye la edad del conductor y su experiencia frente al volante, el tipo de vehículo a asegurar, los hábitos de conducción y uso del coche, entre otros.
Uno de los aspectos que afectan en el importe que pagaremos finalmente por la prima del seguro son las coberturas opcionales que queramos incluir. A veces un producto es muy económico pero no incluye todo lo que consideramos importante y debemos añadirlo, con el consiguiente aumento de precio.
Es el caso del vehículo de sustitución: un conductor que use el coche como instrumento de trabajo porque es comercial, por ejemplo, no puede prescindir de esta cobertura ya que de quedarse sin coche tras un siniestro, se estaría quedando sin herramienta de trabajo.
Así, este conductor tendrá que contratar esta cobertura como adicional, pagando por ella el importe correspondiente, que varía dependiendo de la compañía de seguros.
Ahora bien, más allá de las coberturas opcionales, hay factores que toman en cuenta las aseguradoras a la hora de tasar el precio de la prima anual del seguro de coche, siendo una de las más comunes la edad del conductor.
Tanto si quién estará frente al volante es muy joven, como si es muy mayor, el precio de la prima anual varía al alza. ¿La razón? Los más jóvenes tienen, naturalmente, menos experiencia y por tanto podrían ser más susceptibles a sufrir algún siniestro; mientras que los mayores podrían tener más secuelas físicas de difícil recuperación en caso de sufrir un accidente, por ejemplo.
Si hablamos de conductores jóvenes, algunas compañías de seguros han lanzado productos específicos para este grupo de la población, con pólizas exclusivas para conductores que tengan entre 18 años y 26 años.
El historial de siniestralidad del conductor también suele tener impacto en el precio de la prima del seguro, de hecho, las aseguradoras premian con descuentos a los que llaman 'buenos conductores'. Así el hecho de dar pocos partes al año suele ser bonificado con descuentos en el precio de la prima anual a pagar el año siguiente.
Realmente se basa en estadísticas: si das pocos o ningún parte un año, se puede presumir que tienes tendencia a sufrir menos siniestros con lo cual eres potencialmente más «rentable» para la compañía de seguros.
Los hábitos de conducción también tienen que ver con el precio final de la póliza a pagar. Por ejemplo, si se asegura que el vehículo será conducido siempre por el mismo conductor hay compañías que ofrecen descuentos específicos. Si el coche pasa la noche en la calle o un garaje también impacta en el precio, por lo que suele ser una pregunta fija que te harán en tu compañía de seguros a la hora de cotizar la póliza de tu vehículo.
Lo mismo sucede con preguntas como el uso que le das al coche: uso diario, sueles salir con él de viaje con frecuencia, o por el contrario se trata de un uso esporádico. Esto se debe a que cuantos más kilómetros recorras, más posibilidades hay de que sufras un siniestro, con lo cual el precio de la prima impacta al alza. Sobre la cantidad de kilómetros a recorrer con el coche incluso hay compañías que tienen productos especiales que permiten pagar por distancia recorrida.
También son importantes las características del coche: el modelo, su antigüedad, su valor en el mercado, su cilindrada e incluso su seguridad son factores que también tienen en cuenta las aseguradoras cuando calculan la prima de seguro.
En definitiva, son muchos los factores que inciden en el precio de la prima del seguro de coche, y la clave para encontrar el que más se ajusta a tus necesidades está en comparar.