Este estudio ofrece una puntuación general sobre seguridad en la jubilación basada en cuatro factores que influyen en la vida de los pensionistas. Estos factores son: la dimensión financiera, el bienestar material, la salud y la calidad de vida.
En dicho índice, que oscila entre el 0% y el 100%, se mide la eficacia de las políticas de jubilación de 43 países. España ocupa el número 37, con un porcentaje del 54%. Cae un puesto en el ránking respecto al año anterior y este descenso en el GRI demuestra que los ciudadanos españoles necesitan asumir un papel más activo en la financiación de su jubilación.
El estudio recomienda que «es importante que los españoles creen carteras que les permitan alcanzar la edad de jubilación con un nivel óptimo de seguridad financiera».
El papel de los asesores financieros es crucial para guiar a los inversores y ayudarles a definir objetivos para que mantengan su enfoque de inversión a largo plazo.
Los inversores españoles son conscientes de la necesidad de contribuir más a la financiación de su jubilación y según Natixis, en una encuesta realizada a principios de año, para el 67% de los inversores encuestados la jubilación es su principal prioridad financiera. Además, el 78% siente que la responsabilidad de financiar su jubilación recae cada vez más sobre ellos.
En el estudio se apunta que los fondos de inversión pueden ser una alternativa a los métodos tradicionales de ahorro. El posible error que pueden estar cometiendo actualmente los españoles es que están subestimando cuánto dinero necesitan ahorrar para poder vivir desahogadamente durante la jubilación. De media piensan que necesitarán un 62% de su renta previa, un porcentaje inferior al 70-80% que se recomienda normalmente.
El índice subraya que se están encontrando formas innovadoras de adaptarse a la nueva realidad en la que cada vez menos trabajadores sostienen a más pensionistas