España ha registrado 1.286 nuevos procesos concursales en el primer trimestre de 2016, según se desprende del seguimiento de las insolvencias judiciales que realiza el Área de Administración de Riesgos de CRÉDITO Y CAUCIÓN, a partir de los datos publicados en el Boletín Oficial del Estado. El dato, que supone un descenso del 15% frente al mismo trimestre del año anterior, continúa marcando niveles superiores a los registrados antes de la crisis.
Haciéndonos eco de las previsiones emitidas por la aseguradora en noviembre, cabe esperar que en el conjunto del año los niveles de concursalidad caigan un 10% adicional hasta quedar estabilizados en el entorno de los 5.000 casos anuales, cuando su nivel histórico apenas supera ligeramente el millar de empresas.
En los primeros años de la crisis, las quiebras empresariales reflejaron importantes incrementos interanuales del 100% y el 50% en 2008 y 2009, respectivamente. Las quiebras volvieron a aumentar entre 2011 y 2013, debido principalmente a la falta de demanda doméstica y liquidez financiera. Por otro lado, la concursalidad en España alcanzó su máximo histórico en 2013, cuando el número de procesos concursales se situó muy cerca de los 10.000 casos. Los datos de 2014, cerca de los 7.000 casos, y 2015, por encima de los 5.500, consolidaron una mejoría impulsada por la recuperación económica de la economía española.
A pesar de esa mejoría reciente en España, puntualiza CREDITO Y CAUCIÓN, el entorno de insolvencia continúa siendo frágil y complicado, marcado por el exceso de capacidad, la inactividad de la economía y las incertidumbres del entorno global. El crecimiento económico mundial está mostrando una debilidad mayor de la esperada y los mercados emergentes más importantes, como Brasil, Rusia y China, están empezando a sufrir un aumento de las insolvencias.