Por tipología de siniestro, las monoparentales son las que sufren más daños por agua (rotura de cañerías, humedades, filtraciones,…), mientras que las “tradicionales” (parejas con hijos a cargo) declaran más roturas de cristales.
Por su parte, según reconocen ellos mismos, los dinks tienen más desperfectos causados por sus mascotas y los singles sufren más robos. De hecho, el 12% de los hogares en los que vive una sola persona ha denunciado un robo en su casa alguna vez, una cifra que se sitúa muy por encima de los registrados por las familias monoparentales (7,7%) y por las “tradicionales” (7,6%).
El informe también desvela matices entre los distintos tipos de hogares a la hora de asegurar las viviendas. Proporcionalmente, las familias con hijos a cargo (“tradicionales” y monoparentales) aseguran sus casas casi tres veces más que los singles (solteros que viven solos) y los dinks, según afirman en la encuesta.
Junto al análisis de estos cuatro modelos de familia, el informe testa las preferencias de las nuevas generaciones, encarnados por los denominados millennials, reflejando, entre otras conclusiones, la preferencia de este colectivo por la tecnología, lo que les convierte también en el grupo con más tendencia a asegurar sus smartphones y tablets y a apostar más por la conectividad en sus futuros hogares (80%), según se desprende de la encuesta.
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