El trabajo, además, confirma que la tendencia en el nivel de aseguramiento de esta generación va aumentando a medida que se incrementa la edad. Concretamente, el paso de los 23 a los 30 años es el periodo de mayor contratación, duplicando el número medio de seguros, de 0,7 a 1,4.
Para esta generación ahorrar es, según el 62,6% de los jóvenes de entre 18 y 33 años, la mejor opción para hacer frente a una posible situación de riesgo. En este sentido, más de la mitad confía en su capacidad individual para ahorrar y disponer de ese dinero cuando llegue ese momento.
Solo un 15% confía en que la pensión pública que genere a lo largo de sus años vaya a ser suficiente, aunque son mayoría (57,4%) los que, pensando en su jubilación, además de la pensión, ahorrará por su cuenta, pero no ven necesario contratar un seguro o un plan de pensiones.
Por otro lado, el estudio refleja que cinco de cada diez millennials cuenta con unos ingresos de menos de 250 euros mensuales y casi un 10% no dispone de ningún ingreso. En el tramo situado entre los 25 y 33 años el patrón cambia y se desplaza hacía unos mayores ingresos, situándose en algo más de un tercio (36,7%) los individuos que afirman contar con más de 1.000 euros al mes.
Cultura aseguradora, medio-baja
Según refleja el informe, el Índice de Cultura Aseguradora de la generación millenials es de 36,2, reflejando un nivel medio-bajo. Para la población en general, dicho ratio es del 35,1%, y para el segmento más joven (20-39 años) aumenta ligeramente a 37. Las áreas que obtienen una mejor valoración son las de conocimiento y uso.