La Seguridad Social sigue sin dejar atrás los números rojos y ni siquiera el empujón del empleo de los últimos meses consigue que sus cifras mejoren. Y si las miramos con una perspectiva más alejada, la situación no es menos preocupante, sobre todo porque el aumento de las pensiones va mucho más rápido que el del empleo y no hay visos de que esto cambie.
En abril, la Seguridad Social desembolsó 8.445 millones de euros para pagar a los pensionistas, lo que supone prácticamente el doble de los 4.318 millones que pagaba en el año 2003 por el mismo concepto. Y hoy mismo Empleo ha hecho pública la cifra de gasto en pensiones correspondiente al mes de mayo con nuevo récord: España destinó 8.467 millones de euros al pago de las pensiones contributivas, un 3,04% más que en el mismo mes de 2015.
Y, mientras, ¿qué ha pasado con los ingresos? Lo cierto es que han aumentado, pero mucho menos: lo 8.404 millones de euros recaudados a través de las cotizaciones sociales en marzo suponen un incremento de poco más del 15% respecto al nivel de hace 13 años.
No sólo el gasto en pensiones crece más deprisa que los ingresos por cotizaciones, sino que también los pensionistas aumentan más que los afiliados. Ahora mismo, la Seguridad Social paga 9,3 millones de pensiones, lo que supone un incremento de algo más de millón y medio en términos absolutos y del 20% en términos relativos.
Mientras tanto, el mercado de trabajo, pese a recuperar casi un millón y medio de empleos desde 2013 ha crecido mucho menos. En términos absolutos, España tiene ahora 788.000 cotizantes más que en el año 2003, cuando gastaba la mitad en pensiones. Esto supone que la cifra de pensiones ha aumentado prácticamente el doble que la de afiliados en los últimos 13 años.
El desequilibrio podría seguir creciendo
En resumen, con un gasto en pensiones creciendo seis veces más de lo que lo han hecho los ingresos por cotizaciones y con la cifra de pensiones aumentando el doble que la de afiliados hay poco espacio para el optimismo. Además, los expertos alertan del reto demográfico que supondrá las jubilaciones de las cohortes de población más numerosas, que se producirán en la próxima década.
No obstante, no hay que olvidar que este incremento del gasto ha permitido una notable mejoría del nivel de vida de los pensionistas. Por ejemplo, los jubilados cobran ahora de media 1.038 euros al mes, mientras que en el año 2003, la media era de 624 euros mensuales, es decir, su nómina ha crecido un 66%. Y esta tendencia se mantendrá ya que los recién jubilados cobran 1.323 euros de media, por lo que, salvo que se bajen las prestaciones, presionarán al alza la media mensual.