La gama de opciones que ofrece el mercado es tan amplia y diversa que la elección del mejor producto puede convertirse en una ardua tarea y llevarte a que tu decisión final no sea la más acertada.
Entre los errores más comunes que se suelen cometer se encuentra el de tomar la decisión basándose únicamente en el precio. Generalmente, cuanto menor sea la cobertura, menor será el coste. Debes fijarte bien en qué garantías incluye tu póliza. Solo así evitarás disgustos en el futuro, cuando necesites usar algún servicio de tu seguro y compruebes que tus coberturas son mínimas y que no cubren prácticamente ningún siniestro. Además, en la actualidad, optar por seguros de coches baratos no tiene que suponer renunciar a una buena protección de tu vehículo.
Frente al recorte de coberturas para rebajar el precio, también es posible cometer el error contrario: contratar un exceso de coberturas, algunas de ellas innecesarias, que encarecen sensiblemente el precio de la póliza. Analiza bien tu perfil y tus necesidades y descarta aquellas coberturas que no consideres fundamentales. Numerosas aseguradoras comercializan seguros modulares que permiten construir la póliza a tu medida, incluyendo solo aquellas coberturas que necesites.
Compara pólizas y ajústalas a tus necesidades
En este punto, otro error que se suele cometer es obviar muchas de las opciones que te ofrece el mercado y, en caso de renovación, no intentar mejorar las prestaciones de tu póliza y volver a renovar con tu compañía. Lo ideal es que compares las pólizas y coberturas que te ofrecen las diferentes compañías. Para evitar tener que ir de compañía en compañía, tienes a tu disposición los comparadores de seguros, como el de Kelisto. Esta herramienta realiza una comparativa personalizada entre las veinticinco mayores compañías de seguros que operan en España y te ofrece una visión global de un gran número de pólizas y coberturas. Es la forma más sencilla de asegurarte de que contratas el seguro más adaptado a tus necesidades. Y al mejor precio, ya que las diferencias entre el mismo nivel de cobertura entre las distintas compañías puede ser notable.
También debes fijarte en qué modalidad de seguro te conviene más. No siempre compensa tener un seguro a todo riesgo, aunque puedas pensar que de esa manera estará más cubierto tu coche. Si tu vehículo tiene más de cinco años, te interesa más contratar un seguro a terceros ampliado (incendio, robo, lunas,..). Conforme pasa el tiempo, los automóviles pierden valor y la indemnización que conceden las aseguradoras bajan. Si tienes un accidente grave y el coche queda destrozado, es muy raro que la compañía te indemnice con el 100% del valor del automóvil, sino con el valor venal, es decir, lo que se pagaría por el coche si se vendiera en ese momento. Por eso, no siempre es recomendable pagar una prima tan elevada como es la de todo riesgo, cuando la indemnización que recibirás de la compañía en caso de siniestro será pequeña.
Otro error que se suele cometer -ya sea por desconocimiento o porque quieres rebajar el coste de tu póliza- es el de no incluir en el seguro los accesorios extras del coche (techo solar, llantas de aleación, equipo de música, GPS integrado, bluetooth para el teléfono móvil,…). La mayoría de las pólizas señalan que todos aquellos accesorios que no vienen de serie deberán estar declarados específicamente, con su valor real, en la póliza para quedar cubiertos. No hacerlo puede suponerte un gasto considerable. No obstante, hay pólizas que contiene garantías de robo, pérdida total o daños propios y que incluye de forma automática y gratuita la cobertura del equipamiento adicional que pueda tener el vehículo, hasta un valor de 1.500 euros, sin que sea necesario declararlos a la hora de contratar la póliza.
Asegura a todos los conductores del vehículo
No es ningún secreto que en las familias con un solo coche, éste suele ser conducido por más de una persona. Sin embargo, otro error que se comete es omitir este dato en la póliza del seguro. Sin embargo, esta circunstancia ha de quedar reflejada en el contrato del seguro, ya que, a más conductores, más riesgo. Debes ser sincero con la aseguradora. Piensa, además, que si se produce un accidente y llevaba el coche un conductor que no aparece en el seguro, la compañía de seguros está a en todo su derecho de negarse a pagar la indemnización.
Además, si incluyes en tu póliza un conductor adicional mayor de 35 años y con más de diez años de experiencia al volante, la prima del seguro en la mayoría de compañías no sufre variación de coste.
Si tu hijo es menor de 25 años, otro error que puedes cometer es no incluir su nombre en el seguro del coche por el sobreprecio que suelen aplicar las aseguradoras y porque no todas las compañías están dispuestas a asegurar a este colectivo. En caso de que tu hijo coja el coche y tenga un accidente, casi ninguna compañía se hará cargo de los daños que cause a terceros. No te arriesgues. En la actualidad, el mercado cuenta con diferentes productos pensados para los jóvenes conductores.
Nuestra recomendación es que no cometas el error de contratar tu seguro de coche sin hacerlo con un Corredor o Correduría de Seguros. Te ayudará a encontrar la mejor póliza para tí y te acompañará en todo momento y gestionará en caso de que tengas un siniestro.